sábado, 25 de abril de 2015

No se si habéis conocido a mi hermana...

No se si habéis conocido a mi hermana, pero es una persona un tanto... Especial. En todos los sentidos, en el malo y, sobre todo, en el bueno. A veces se enfada sin razón aparente y en diez segundos te mete una bronca digna de mi señora madre, pero otras veces se arrepiente, viene con lágrimas en los ojos pidiéndote perdón y diciéndote que le des un abrazo. A veces es una persona con la que es difícil hablar y ponerte de acuerdo, pero otras veces es la única persona con la que quieres hablar.

A veces se le olvida dónde está el páncreas o si había una o dos cavas, pero otras te habla del síndrome de Wolff-Parkinson-White y piensas "joder con Miss-numero-625". A veces se va a vivir a 7000km de ti, pero nunca está lejos de ti. A veces se mete contigo y te da la sensación de que no se preocupa por ti, pero otras veces... No. Otras veces no, siempre. Siempre te quiere con locura.

No se si habéis conocido a Mariano, pero él sí que es una persona especial. ¿Y sabéis por qué? Porque él consigue controlar esas partes "malas" de mi hermana. Y creedme, no es fácil. Le he visto transformar enfados de Iris en risas de tal manera que me he quedado expectante a ver si su siguiente truco era sacarse un conejo de la chistera. Obviamente su parte especial no acaba aquí y me podría pasar un par de párrafos hablando simplemente de que complementa la parte friki que a veces le falta a Iris, pero todos sabemos que si le dedico más líneas ella pierde protagonismo y claro, no queremos que se enfade, ¿verdad niños?

Ésta es mi hermana. La única que tengo. Aunque hubiera tenido 200 más, no serían mejor que ella. Yo se que a mi padre le de pena perder a su primogénita, y desde luego sucede algo parecido cuando es tu hermana. Pero, ¿sabéis qué? Yo a ella no la pierdo, en absoluto, sino que gano un cuñado (y una play 4, una tele 3D, un gato y una piscina para el caluroso verano sevillano, seamos sinceros).

Y así, hace escasamente una semana, en pleno Central Park y bajo los cerezos, Mariano se sacó un anillo que, para que mi hermana aceptase con tanto entusiasmo, debió iluminar el parque entero a pesar de que hubiera anochecido hacía horas. Minutos después y con una rapidez y eficacia que solo hubiera visto plausible con el uso de un giratiempo (Harry Potter señores, keep up!), ya había hora, fecha y lugar para el evento. 14 de mayo de 2016, iglesia de San Lorenzo. Habemus boda.


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