miércoles, 4 de junio de 2014

Lomography: ¿Qué es la lomografía?

Lo prometido es deuda, así que voy a intentar hablaros un poquito del mundo de la fotografía analógica y, más concretamente, de la lomografía. Para definirla de algún modo, podríamos decir que la lomografía es una corriente artística fotográfica en la que se utilizan unas determinadas cámaras (las que vende Lomography, obvio) que hacen que la foto resultante tenga un viñeteado especial. Esto es la teoría, claro. Pero la verdad es que luego es mucho más.
Juego de flash de colores con Diana Mini
Lomography nos da sus 10 reglas de oro para ser un buen lomógrafo:
  1. Con tu cámara a todas partes
  2. Utilízala siempre: de día y de noche
  3. La Lomografía no interfiere en tu ritmo de vida, forma parte de él
  4. Dispara desde la cadera
  5. Acércate todo lo posible a tus objetos de deseo lomográfico
  6. No pienses.
  7. Sé rápido
  8. No necesitas saber de antemano lo que ha captado la película
  9. Luego tampoco
  10. Pasa de las normas

Además, la "gracias" de las lomofotos se debe a las lentes de plástico de las cámaras (no, no son de vidrio) y a las fugas de luz que tienen la mayoría de las cámaras, dando como resultado colores saturados, viñeteo y destellos de luz. Y claro, el resultado es completamente impredecible, de ahí lo de no pensar porque no te va a servir de nada, va a salir como la cámara quiera. 

Que una cosa os quede clara: si lo que estáis buscando es calidad extrema, lo que queréis es una Reflex, no una cámara analógica y menos una cámara de plástico como son el 90% de las lomos. Pero si lo que queréis es experimentar con la fotografía, con los filtros, con las dobles exposiciones, los revelados, los procesos cruzados y los carretes caducados, este es vuestro sitio.

Lomography además tiene una página web llena de lomógrafos que comparten sus trucos, reviews, fotos, localizaciones, etc. Personalmente me parece la plataforma perfecta para compartir este tipo de experiencias, ya que con solo mirar un rato las fotos que se han subido ese día te vienen mil ideas a la cabeza para salir una tarde a "lomear". 

Yo me metí en la lomografía por pura casualidad. El año pasado estaba haciendo una Erasmus en Génova, al norte de Italia, y allá por marzo o abril la Fnac de la ciudad iba a cerrar, por lo que pusieron todo con unos descuentos increíbles. Así que me acerqué una tarde y me enamoré de la preciosa Diana Mini blanca, y como estaba tan barata me la llevé a casa sin haber escuchado ni una palabra de lo que era la lomografía.

Fue descubriéndolo poco a poco, y a día de hoy tengo además de la Diana Mini una Belair X 6-12, una Fisheye One que me regalaron, La Sardina Copernicus, una ActionSampler, una Canon EOS 30 que era de mis padres y, la que probablemente sea mi favorita, la Pentax K1000, que no forma parte de la familia lomográfica pero si de la analógica. Algún día os hablaré de mis queridas cámaras, prometido. 

Y la gran pregunta es ¿por qué fotografía analógica? ¿No es un completo atraso? Pues depende de por donde lo veas. Mi opinión es que si vas a hacer un viaje te lleves una cámara digital por si las moscas, pero yo no salgo ya a ninguna parte sin una Lomo en el bolsillo. Para subir fotos a Facebook de una fiesta usa una digital si quieres, pero cuando vayas un día a la playa, des un paseo por el río o descubras una nueva ciudad, que no se te olvide la Lomo. La fotografía analógica, a pesar de lo que digan las 10 reglas de oro, te hace pensar mucho más lo que vale una fotografía. 


Tienes 36 fotos en el carrete en el mejor de los casos (los hay de menos) y tienes que aprovechar cada una de ellas. Se ha acabado eso de disparar 10 veces a lo mismo a ver cuál sale más bonita de todo. Eso no es saber hacer fotografías, es suerte y pura estadística. La realidad es que hoy en día no valoramos en absoluto hacer una foto: sacas el móvil y con un filtro de Instagram te ha quedado precioso. Con los carretes muchas veces tardas hasta meses en ver la foto que has hecho y la mayoría de las veces - o al menos a mí me pasa - se te olvida qué fotografiaste, de manera que te llevas una grata sorpresa y una gran sonrisa al verla revelada. Os lo aseguro, la fotografía analógica tiene un encanto especial, y os invito a que lo descubráis por vosotros mismos. 

Creo que como introducción está bien la entrada, pero tengo una barbaridad de ganas de comentaros todos los trucos que se puede hacer con una cámara analógica, la magia de los carretes, del revelado, de las dobles exposiciones... Ay, ¡otro día, prometido! Aquí os dejo algunas de mis preferidas... ¡Pero tengo muchísimas! 


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